Poco después de las 8 de la noche, se dieron a conocer los resultados de la esperada elección en el país del “Je t´aime”. Francia, con un paso histórico y frente a la crisis europea mostró por primera vez una bandera socialista al haber conseguido, en medio de una ajustada pelea eleccionaria, la victoria del candidato François Hollande que en la primera vuelta obtuvo, según datos oficiales (Le Figaro) el 28,5% de los votos por delante del mandatario Nicolás Sarkozy, que sacó el 27,1 por ciento. El gran salto de la V república se verá en el balotaje del 6 de mayo.
En medio de un clima polémico embestido por la gran crisis económica que agobia al continente europeo, durante estos días, Francia se sumergió en un debate político entre dos banderas ideológicas que mostraban por un lado a la derecha, con la continuidad del criticado y polémico Sarkozy, o su profundización en la extrema derecha con la xenófoba Marine Le Pon; y por el otro, un viraje a una política de perfiles socialistas con François Hollande como su máximo representante. Este último, el elegido y la alternativa para los franceses preocupados por el desempleo y el futuro del país como principales inquietudes, pero también el más pragmático a la hora de poner sobre la mesa otros temas en juego, no menos importantes, como las relaciones con la Unión Europea, la seguridad y la inmigración (uno de los países europeos con mayor cantidad de inmigrantes).
A pesar que distintos medios del país muestran los festejos y el "résultan inédit" de la victoria socialista, como el caso de Le monde diplomatique, no hay que precipitarse a los resultados que arrojará el balotaje del 6 de mayo y culminará con el proceso eleccionario. Sobre todo, teniendo en cuenta el pasado y la continua presencia de la derecha en la denominada V República.
